Con la reforma a la carta magna se incorpora la figura de nepotismo electoral.
Las reformas aplicarán a partir de 2030, tanto para procesos electorales federales como locales. El Pleno de la LXII Legislatura mexiquense aprobó por mayoría de votos la minuta de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que prohíbe la reelección inmediata para los cargos de presidencia de la República, diputaciones federales y senadurías, gubernaturas, diputaciones locales, presidencias municipales, regidurías, sindicaturas; además de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, sus alcaldías y concejalías. Como integrante del Constituyente Permanente, el Congreso mexiquense avaló este día, al igual que los congresos de Tamaulipas, Tabasco, Oaxaca y Sinaloa, la reforma propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y enviada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con la cual se incorpora la figura de nepotismo electoral, lo cual se aplicará a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales, a partir de 2030. Con esta reforma se establece que las personas aspirantes a un cargo de elección no tengan o hayan tenido, en los tres años anteriores al día de la elección, un vínculo de matrimonio, concubinato o unión de hecho, de parentesco por consanguinidad o civil en línea recta (sin limitación de grado), y en línea colateral (hasta el cuarto grado) o de afinidad (hasta el segundo grado), con la persona que está ejerciendo la titularidad del cargo al que se postula. El documento, leído en tribuna por el parlamentario Israel Espíndola López (morena) señala que, para el caso de personas servidoras públicas en funciones en 2030, a partir de los comicios de ese año tampoco podrán aspirar a la reelección. Entre otras modificaciones, se fija un plazo de 180 días naturales a partir de la vigencia de la reforma para que la federación, las entidades y la Ciudad de México ajusten su marco normativo y constitucional a estas disposiciones. Al exponer su posicionamiento sobre el tema, la parlamentaria Zaira Cedillo Silva (morena) adelantó que en su partido adoptarán esta medida en 2027. En tanto, su compañero de bancada, el diputado Octavio Martínez Vargas, recordó que la reelección fue admitida a propuesta de Enrique Peña Nieto (que gobernó el país del 2012 a 2018), y que en el Congreso local se votó a favor; además, mencionó que revertirla reivindica la Revolución Mexicana y la democracia. También de morena, el legislador Israel Espíndola apuntó que esta reforma significa un paso firme que blinda la democracia, cierra la puerta a la perpetuidad en el poder y garantiza la constante renovación de liderazgos, pues aseguró que “el poder no es negocio de familia, sino un mandato del pueblo”. Tras señalar que la iniciativa de la presidenta no obedece a ocurrencias, sino a un estudio de fondo, la legisladora Paola Jiménez Hernández llamó a reflexionar sobre la responsabilidad de los partidos (pues son ellos los que postulan a personas candidatas) y revisar su actuar, no sólo legal sino también ético. Al cuestionar la reforma, la diputada Ruth Salinas Reyes (MC) señaló que no aplicará desde 2027, como había planteado inicialmente la presidenta Claudia Sheinbaum, y señaló que no es una medida democrática, sino una estrategia del gobierno para mantener el poder o beneficiar a un grupo mayoritario. Por el PRI, el parlamentario Eduardo Zarzosa Sánchez (PRI) cuestionó que no se haya promovido este cambio desde 2018, cuando accedió a la presidencia el actual partido gobernante, y pidió ser transparentes con estos temas y no engañar a las personas.