Amecameca, Méx.- 7 de octubre 2022.- Al menos unas 600 hectáreas de bosques en la zona de los volcanes han sido devastadas por la tala clandestina y el gusano barrenador, y aunque las autoridades locales no tienen facultades para enfrentar a los talamontes, solo pueden realizar campañas de reforestación, aseguran comuneros.
«Son más de seiscientas hectáreas que han sido devastadas del monte con la tala clandestina», dijo Lauro Ponce Galicia, comunero e investigador de los bosques de la zona oriente del Estado de México.
En entrevista Ponce Galicia dijo la afectación de los bosques es tal que se necesitarían al menos 60 años de espera para poder recuperar los árboles que han sido cortados y afectados por plagas, otro peligro constante para las plantas.
«Suponemos que como el 80 por ciento de los taladores clandestinos, vienen a los bosques de Amecameca, Atlautla y Ecatzingo provenientes de estados como Puebla, Morelos e Hidalgo, y el resto son habitantes del Estado de México, y muchos los conocen pero se quedan callados por temor a represalias».
Señaló que, para evitar la devastación de los bosques, se necesita de los tres órdenes de Gobierno para enfrentar a las bandas organizadas pues no basta como presentar denuncias pues no hacen caso o cuando llegan los detienen y los llevan al Ministerio Público salen libres con facilidad.
Afirmó que como comuneros y en coordinación con autoridades municipales lo único que pueden hacer es reforestar los bosques, pero sabemos que no es suficiente porque cortan más de los que podemos plantar y sobre todo porque hay que esperar varios años para verlos grandes.
Al respecto la presidenta municipal de Amecameca, Ivette Topete García, dijo que se debe de trabajar de manera conjunta con la Protectora del Bosque, (PROBOSQUE), Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), para recuperar los bosques, pues el daño que causan al entorno es la falta de oxígeno y lluvias.
El Estado de México representa el 1.1 % de la superficie total del país, con una extensión territorial de 22,226.5 kilómetros cuadrados, de los cuales 10,653.6 kilómetros cuadrados corresponden a superficie forestal y equivale a casi el 48% del territorio estatal constituido en su mayoría por bosques cuyas especies más comunes son: pino, oyamel y encino.
Estos recursos forestales han sufrido una explotación irracional con el deterioro ambiental correspondiente y las principales causas son la tala inmoderada y clandestina, el consumo excesivo de leña y carbón, la ampliación de actividades agrícolas y ganaderas, así como un acelerado crecimiento demográfico, entre otras.
Datos de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) apuntan que en el Estado de México hay cinco zonas críticas por el delito de tala clandestina, zonas que comprenden 19 municipios mexiquenses.
La zona del Nevado de Toluca y la del Izta-Popo son de las cinco zonas boscosas de la entidad las más afectadas por la deforestación.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que de marzo a la fecha, 34 personas han sido detenidas por su presunta relación con delitos ambientales como la tala clandestina y productos extraídos de los bosques en la entidad lo que representa un aumento del 150 por ciento, en comparación con el año 2021.