- Condenaron las agresiones y acoso que enfrentan algunas fotoperiodistas al realizar su trabajo
En el marco de la celebración del 210 aniversario del Ilustrador Nacional editado por primera vez en Sultepec, Estado de México y del Día del Periodista Mexiquense, miembros de la prensa se dieron cita para exigir que se tome en cuenta el exhorto emitido por la Legislatura local para que el gobierno federal, estatal, la Fiscalía y los Ayuntamientos respeten los derechos de los periodistas y den garantías para su sano ejercicio en cada rincón de la entidad.
Reporteros y fotoreporteros independientes indicaron que, merecen un trato digno y justicia para quienes han sido asesinados en el Estado de México como es el caso de Nevith Condes, en el sur del estado, que desde hace poco más de dos años no ha sido esclarecido o bien, Enrique García García también asesinado hace algunos meses en el municipio de Metepec; el desplazamiento forzado a la compañera Teresa Montaño para resguardo de su familia.
Pero sobre todo para condenar las agresiones y acoso que enfrentan algunas fotoperiodistas al realizar su trabajo, comentó Ventura Rojas Garfías, al exponer el motivo de la celebración dándole la palabra principal a la fotoperiodista Tania Beatriz Contreras Rodríguez.
“Es necesario y urgente que se atienda el exhorto que hizo el Congreso mexiquense a los gobiernos federal y estatal y a la Fiscalía General de la República a respetar y hacer efectiva las medidas preventivas para garantizar la vida, integridad y seguridad de las y los periodistas en el desempeño de su labor, así como a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), a la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos y a los 125 municipios mexiquenses a garantizar la seguridad y protección de las y los periodistas en la entidad”, puntualizó Rojas Garfías.
MENSAJE INTEGRO DE LA FOTOPERIODISTA TANIA CONTRERAS RODRÍGUEZ
En el marco del Día de la y el periodista mexiquense, en el que recordamos los inicios de la prensa, la prensa insurgente concebida y construida en tierras sureñas y que fue nutrida por importantes figuras independentistas a lo largo sus publicaciones, como José María Cos, Andrés Quintana Roo y Leona Vicario, me es grato hacer uso de la voz.
Si bien más de 200 años de historia denotan por sí mismos grandes cambios en la manera en la que se construye, expresa y consume a la prensa existen situaciones que es necesario sigan cambiando y/o evolucionando, y con ello generar mejores condiciones para quienes laboramos y pertenecemos a este gremio.
“Lo que no se nombra no existe”, es una frase que afortunadamente ha tomado fuerza durante los últimos años en la lucha feminista, la cual ha sido usada para señalar situaciones de violencia de género, acoso laboral, feminicidios e incluso para dar lugar a personas que por su identidad de género han padecido discriminación y violencia. Grupos a los que damos voz incluso a costa de callar la propia.
Porque cuando se habla de periodismo, de periodistas, damos por hecho que abarcamos las diferentes maneras en las que se realiza esta profesión; sin embargo, no es tan así pues la misma inercia histórica ha invisibilizado a aquellos que no utilizamos la pluma, las letras, como principal medio para transmitir nuestro mensaje. Los reporteros gráficos, periodistas gráficos, fotoperiodistas pareciera que pertenecemos solo en ocasiones al gremio.
Si bien es cierto que hoy conmemoramos un momento histórico en donde la estructura misma del periódico no tenía sus cimientos en la imagen del mismo modo esos cimientos se han desarrollado y crecido de tal modo que en la actualidad el uso y consumo de esta se ha exponenciado; y a pesar de ello a quienes la utilizamos como materia prima no se nos nombra.
Prueba de ello es la unión, fusión o mejor dicho desaparición de la presea estatal al periodismo gráfico, con un doble discurso en el que se nos asegura somos parte “del periodismo” pero en el mismo sentido tenemos sueldos menores, con gastos de inversión para desarrollar nuestra actividad bastante significativos. Y qué decir de la apertura de los espacios laborales a mujeres, cuando en las redacciones aún se escucha el eco del discurso patriarcal que infantiliza y “protege” a las mujeres, por ser un “trabajo pesado”, título dado a ese espacio laboral (la calle) en donde existe acoso y violencia.
No tengamos miedo de nombrarnos, de exigir leyes que contemplen nuestras necesidades en el trabajo diario y los riesgos que implican ciertas coberturas. Las y los fotoperiodistas no pueden desarrollar su quehacer desde un corral (ningún periodista debe).