Entre las tradiciones milenarias del pueblo de Tulyehualco, Xochimilco, se encuentra la elaboración artesanal de dulces, empanadas, pan y atole de amaranto. Por generaciones, familias enteras se han dedicado a este oficio.
“Mi abuelo enseñó a mi padre a elaborar diferentes productos con amaranto. También pertenezco a familia de panaderos, por lo que empezamos a innovar, con recetas únicas elaboradas con harina de amaranto, tales como: panqués, pays, pasteles, tamales, galletas, empanada y otros, narra el productor y artesano Adrián Villegas Acosta.
Enfatiza que son recetas únicas, por ello, el negocio se conoce como “Productos de Amaranto los Número 1”. Asimismo, agrega que en dicho negocio también participan su padre Jorge Villegas, su mamá, Elizabeth Acosta y su hermano Jorge.
Adrián Villegas recuerda que antes de la pandemia ofertaban su mercancía en instalaciones de Ciudad Universitaria así como del Instituto Politécnico Nacional. Tras llegar la pandemia por COVID-19, se cerraron los espacios de ventas por lo que tuvieron que innovar tanto en recetas como en canales de comercialización.
“Acondicionamos un triciclo de carga, colocamos cajones y canastos en su interior y salimos a los pueblos de Tulyehualco, San Luis, San Juan, Tecómitl y Tláhuac. Nos dimos a conocer por la calidad de nuestros productos y los precios accesibles» dice..
En estos días, dice, habilitarán un espacio en su domicilio, en Cerrada de Celedonio Garcés 28, Tercera Sección de Cerritos, en Tulyehualco, donde ofrecerán barras de amaranto con nuez, piñón, arándano, chocolate, así como atole, obleas, churros, palomitas y chicharrones, además de los productos antes mencionados.
Señala que además de participar en las ferias que se realizan en Xochimilco, como La Feria del Amaranto en Tulyehualco, en La Flor más Bella del Ejido, ha participado en la Feria de la Mezclilla en Tlaxcala, Feria de Chignahuapan en Puebla y la Feria de las Flores de San Ángel, entre otras.
Por último, enfatiza que el amaranto es el alimento del pasado, del presente y futuro. “Lo comían nuestros antepasados, hoy especialistas señalan que tiene más nutrientes que la carne y la leche.