Tlalmanalco, Méx. 8 de agosto del 2020. Parte de la riqueza cultural que tiene la región de los Volcanes en el sur oriente del Estado de México es los monolitos, pinturas rupestres, ofrendas y piezas de origen prehispánico que dejaron los antiguos moradores antes de formar el México Tenochtitlán.
En la comunidad de San Antonio Tlaltecahuacan del municipio de Tlalmanalco fueron halladas más de un centenar de piezas prehispánicas, entre las que destacan una osamenta, la cual tiene una altura muy grande.
De acuerdo a datos obtenidos de archivo municipal el día 30 de abril de 1986, cuando se introducía la red hidráulica en esta comunidad en las escalinatas de la iglesia de San Antonio de Padua, se encontraron más de 120 piezas prehispánicas.
Entre ellas estaban cuatro monolitos y deidades al dios Tláloc, el cuál adoraban, ya que antes era una zona agrícola.
Desde esa época hasta la actualidad las piezas han sido resguardadas por pobladores y miembros de la iglesia católica, que decidieron que estos monolitos quedarán a resguardo, hasta que autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) decidieran lo que sucedería con ellas.
Para locales y turistas que llegan a la comunidad piden ver esta osamenta que tiene una longitud de más de dos metros al igual que los monolitos, pero los pobladores dicen que es un recuerdo de los antepasados y que hasta la fecha siguen guardados en bolsas de plástico, esperando que alguien más llegué a contar su historia y el origen.
Los habitantes de esta localidad cercana a las faldas del Volcán Iztaccíhuatl esperan que algún gobierno municipal o estatal les ayude a la creación de un museo de sitio donde podrán exponer este tesoro prehispánico y que para muchos es el origen de su estadía.
Ana Gabriela Velázquez Quintero, presidenta municipal ha mencionado que buscará el acercamiento con el delegado del INAH en la entidad para proponer la creación de un espacio destinado a la exposición de las piezas y que este municipio cuente con el segundo museo de sitio en la región sur oriente del Estado.
Ya que el primero está en la cabecera municipal donde se encuentra una réplica de Xochipilli o príncipe de las flores que fue hallado durante el siglo XXI y que fue donado por un coleccionista al INAH dónde permanece y forma parte de la historia de México.