• Entregan constancia a tres mujeres que participan en la preservación de la gastronomía tradicional.
• Realizan muestra con platillos típicos del Estado de México, como charalitos en salsa verde con nopales, guajolote en mole blanco, habas en chile morita, entre otros.
TOLUCA, Estado de México.- La administración que encabeza la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez, a través del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del Estado de México (CEDIPIEM), organismo auxiliar a la Secretaría de Bienestar, reconoció la labor de tres cocineras tradicionales.
Ellas son Ainara Gregorio Francisco, del pueblo otomí; Marisol Tule González, de la etnia mazahua; y Mirella López Ortega, de origen nahua, quienes participaron en los talleres de cocina tradicional impartidos en Toluca, Villa de Allende y Tenango del Valle, respectivamente.
Manuel Quiñones Flores, encargado de la Vocalía Ejecutiva de CEDIPIEM, subrayó que la cocina no sólo se trata de comida, sino de historias, tradiciones y un legado que se transmite de generación en generación entre las familias.
Resaltó la importancia de apoyar a las cocineras, quienes son guardianas del conocimiento ancestral y promotoras de la cultura gastronómica, que nutre, une comunidades y fomenta el sentido de pertenencia.
Instó a trabajar de forma unida para mantener vivas las tradiciones culinarias en un contexto donde la modernidad y la globalización representan desafíos significativos.
El evento también incluyó una muestra gastronómica con platillos típicos del Estado de México como: charalitos en salsa verde con nopales, guajolote en mole blanco, habas en chile morita, hongos en salsa verde, albóndigas de pollo con papas, chinicuiles en salsa roja.
También carne de cerdo en salsa de ciruela, mole verde con carne de cerdo, chicharrón en salsa de roja, pollo en encacahuatado, torta de huauzontle en chile guajillo, sopa de habas, dulce de amaranto con cacahuate y miel, dulce de paloma con miel, dulce de camote, agua de buganvilia con limón y té de monte.
Esta experiencia que inició en el paladar y culminó con recuerdos para el alma, conectó a los participantes con sus raíces culturales a través de la comida.