Luis Ayala Ramos
Chalco, Méx.- 14 de octubre de 2024.- La colonia El Naranjo ha cumplido 20 días bajo el agua tras el desbordamiento del Río Ameca, lo que ha obligado a decenas de familias a abandonar sus hogares y vivir en condiciones precarias. A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades locales han declarado que la colonia no es una prioridad, ya que aseguran que hay otras zonas más afectadas en la región.
El Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) ha enviado brigadas a la zona para intentar reducir los niveles de agua con bombas de achique, pero los esfuerzos han sido insuficientes. “Han venido a sacar un poco de agua, pero no es suficiente. El nivel sigue igual de alto”, comentó Rosa García, una de las vecinas afectadas.
Además, algunos habitantes recibieron bombas para intentar desalojar el agua por su cuenta, pero los testimonios indican que estos equipos no funcionan adecuadamente o les faltan piezas esenciales. “Nos dieron bombas, pero están incompletas o no sirven bien. A veces parece que nos ignoran completamente”, señaló Jesús Ramos, residente de la colonia.
Como medida preventiva, se colocaron costales de arena a lo largo de la orilla del Río Ameca, para evitar nuevos desbordamientos. Sin embargo, el nivel del agua sigue siendo alarmantemente alto y los vecinos temen que, con la próxima lluvia fuerte, la situación empeore. “Es solo cuestión de tiempo antes de que vuelva a subir el agua. No podemos estar así siempre, necesitamos una solución real, hicimos la denuncia a tiempo, y usted ve, el rio está a punto de desbordarse, la CONAGUA no lo desazolva, en algunos tramos sólo tiene treinta centímetros de fondo y sólo quieren resolver con costales de tierra”, añadió García.
A pesar de la inacción de las autoridades, vecinos de la colonia El Naranjo han destacado que integrantes del Movimiento Antorchista (MAN) han sido los únicos en acercarse para organizar a la comunidad y gestionar apoyos. “Son los únicos que han venido a ver cómo estamos, mientras otros solo nos dicen que no somos una prioridad”, explicó un residente.
La frustración y el temor continúan creciendo entre las familias de El Naranjo, quienes urgen una intervención efectiva antes de que las lluvias vuelvan a empeorar la crisis.
