Luis Ayala Ramos
Chimalhuacán, Méx.- 21 de noviembre de 2024.- Padres de familia acusan a la directora del Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) en Chimalhuacán., Paulina Villagómez Saldivar, de maltratar a pacientes y familiares, además de implementar un aumento «desproporcionado» en las tarifas de las terapias, que ahora alcanzan hasta los 320 pesos, cuando en 2021 no superaban los 60 pesos por sesión.
El eco de las quejas no es nuevo. Desde febrero, la asociación de padres de familia unidos del CRIS, encabezada por Natalia Urbina, ha solicitado directamente a la presidenta municipal, Xóchitl Flores Jiménez, la remoción inmediata de Villagómez. «El alza en los costos, el maltrato a pacientes y el despido injustificado de terapeutas especializados han afectado gravemente a los niños y adultos que dependen de este centro», expresó Urbina con firmeza.
Madres como la de un niño autista, quien prefirió mantenerse en el anonimato, compartieron sus desgarradoras experiencias: «Vivimos al día, hacemos sacrificios enormes para que nuestros hijos puedan avanzar, pero parece que a la directora solo le importa el dinero. Es insensible ante nuestra situación».
Otro padre, visiblemente afectado, señaló que ni siquiera se han realizado los estudios socioeconómicos que prometieron, lo que deja a muchas familias en la incertidumbre. «El CRIS es parte del DIF y debería garantizar precios accesibles, pero en lugar de apoyarnos, nos maltratan y cierran las puertas a quienes más lo necesitan», lamentó.
La página oficial del Gobierno del Estado de México detalla que obtener un certificado de discapacidad en el CRIS tiene un costo de 180 pesos, además de los pagos adicionales por valoraciones médicas y terapias. Sin embargo, estas cuotas contrastan drásticamente con las tarifas del pasado. En 2019, bajo la administración del Proyecto Nuevo Chimalhuacán, una constancia de discapacidad costaba apenas 30 pesos y las terapias tenían precios simbólicos de 20 pesos.
El CRIS, fundado en 2005 como parte de un proyecto de modernización, fue creado para ser un bastión de apoyo para las familias más vulnerables de la región. En 2015, llegó a brindar 186 mil consultas y terapias anuales, consolidándose como un referente en la zona oriente del Estado de México. Incluso, en 2019 se implementó una cámara multisensorial, considerada innovadora para atender a pacientes con discapacidades severas.
Sin embargo, ese legado parece estar en peligro. Natalia Urbina concluyó con un llamado enérgico: «Nuestros hijos necesitan varias terapias para mejorar su calidad de vida. ¿De dónde quiere la directora que saquemos tanto dinero? No solo exigimos precios justos, también demandamos respeto y sensibilidad. La presidenta Xóchitl Flores tiene que escuchar nuestra voz. No permitiremos que esta situación continúe».
El clamor por justicia sigue resonando en las calles de Chimalhuacán, mientras las familias esperan que las autoridades den una respuesta inmediata a su exigencia: la destitución de Paulina Villagómez Saldivar y el regreso de un CRIS verdaderamente accesible y humano.